El expresidente Álvaro Uribe Vélez ha roto su silencio y quiere tener la última palabra. En la tarde de este viernes, al final de la audiencia de sentencia en su contra, en la que la jueza Sandra Heredia pidió una pena para él de 12 años de prisión domiciliaria inmediata, por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, el exmandatario pidió la palabra. Ha decidido sustentar inmediatamente la apelación contra la sentencia y, oralmente, defendió un mensaje central: el fallo, argumentó, es un “discurso político” para “para destruir una voz de la oposición democrática”. Después de que la jueza impactó a la opinión pública este lunes con una lectura de una parte del fallo durante diez horas, el expresidente de derechas declamó durante casi tres horas con el distintivo tono de orador político que durante años cautivó a millones. Lo clave no es solo ganar en los estrados, sabe el político, sino ante la opinión pública.
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