Científicos de la Universidad de Stanford en California, en Estados Unidos, desarrollaron un robot humanoide llamado OceanOneK, el cual transmite sensaciones táctiles que les permite tocar el fondo marino.
De acuerdo con la página web de la universidad, la máquina fue creada para explorar las profundidades del mar y facilitar a estudiantes y biólogos datos sobre el lecho marino que son inaccesibles para los seres humanos.
“Queremos seguir acercando el conocimiento del océano a través de la observación, independientemente del lugar del planeta donde nos encontramos”, afirmó el profesor de Robótica de la Universidad de Stanford, Oussama Khatib.

Detalles del OceanOnek
El OceanOneK puede sumergirse hasta los mil metros de profundidad y es controlado desde la superficie a través de una membrana con acceso a Internet que manejado con una interfaz de forma remota.
También cuenta con una mitad superior humanoide y una mitad inferior más delgada con ocho propulsores multidireccionales que permiten maniobras precisas bajo el agua.
“El robot tiene tantas funciones y tantos componentes interrelacionados que, si una pieza se rompe, podríamos necesitar hasta un día entero para desmontarla, repararla y volver a montarla”, dijo el científico.
El sistema de retroalimentación táctil y la visión estereoscópica del robot producen sensaciones increíblemente realistas, similares a las que habría experimentado desde abajo, en lugar de a bordo de la nave de control.
“Te acercas mucho a esta asombrosa estructura y ocurre algo increíble al tocarla: realmente lo sientes”, dijo Khatib.

Exploraciones del OceanOneK
Durante una de sus expediciones en el fondo del mar mediterráneo, el robot humanoide ha explorado dos aviones, un barco, un submarino de la Segunda Guerra Mundial y una nave de la antigua Roma.
“Mientras el OceanOneK navegaba cuidadosamente hacia la barandilla de la cubierta superior del barco de vapor italiano hundido Le Francesco Crispi, el profesor Khatib, sintió como si él mismo estuviera allí”, se lee en el portal de la universidad.
Asimismo, la Universidad de Stanford destacó que con el robot se podrán recuperar objetos perdidos en naufragios, así como conocer mejor los animales que viven en el fondo del mar y de los cuales se conoce muy poco.
El robot también realizó expediciones experimentales en 2021 cerca de Marsella, en Francia, y en Aléria, Córcega.
Al subir a los 825 metros, colocó una placa conmemorativa con el mensaje: “El primer contacto de un robot con el fondo marino profundo. Un vasto mundo nuevo para que los humanos exploren”.
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