
Diez personas han sido acusadas por su participación en un tiroteo frente a un centro de detención de inmigrantes en Texas, que dejó a un policía herido y ha sido calificado por el Departamento de Justicia de EE.UU. como un “ataque organizado”.
Según la denuncia penal presentada este martes en un tribunal federal, los acusados, vestidos con ropa militar negra, “atacaron” las instalaciones del Centro de Detención Prairieland en Alvarado, a unos 65 kilómetros (40 millas) al suroeste de Dallas, el pasado 4 de julio.
Las autoridades del centro de detención reportaron que se dispararon fuegos artificiales contra las instalaciones y civiles pintaron grafitis en los vehículos.
Un agente de policía de Alvarado acudió al lugar, donde fue baleado en el cuello por un sospechoso apostado en un bosque cercano. Otro presunto agresor, disparó entre 20 y 30 tiros contra funcionarios penitenciarios desarmados que habían salido del centro, de acuerdo a la acusación.
Los supuestos agresores huyeron, pero fueron detenidos después.
Se encontraron rifles tipo AR en el lugar del tiroteo, y a los acusados se les encontraron una docena de chalecos antibalas y municiones.
Los diez acusados enfrentan tres cargos de intento de asesinato de agentes federales y tres cargos de disparo de arma de fuego en relación con un delito violento.
Al respecto, la fiscal federal Nancy E. Larson catalogó el incidente como una “emboscada” en medio de una “creciente tendencia” de violencia contra los agentes federales.
Por su parte, Joseph Rothrock, agente especial a cargo del FBI en Dallas advirtió que el incidente pone de relieve los peligros que enfrentan los agentes a diario.
El ataque de Alvarado no es el último, este lunes agentes federales mataron a un hombre que disparó contra un edificio de la Patrulla Fronteriza en McAllen (Texas), iniciando un tiroteo cruzado que dejó al menos un herido.
El atacante, de 37 años, usó un rifle de asalto, y posteriormente las autoridades inspeccionaron su vehículo y hallaron otras armas, en el tiroteo resultó herido un policía.
La Casa Blanca ha advertido sobre el peligro que corren los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), que llevan a cabo redadas migratorias masivas en todo el país.
EFE