Para cada parte del cuerpo hay ciertos productos y artículos que permiten una correcta limpieza, lo que además favorece a mantener la salud en general. En lo que al área bucal respecta, hay varios tipos de implementos que deben ser usados de acuerdo con las necesidades de cada persona, pues existen condiciones que ameritan un cuidado más minucioso para evitar daños.
Yoselin Torrealba, técnico en odontología, explicó que en el mercado se pueden encontrar variedades de cremas, hilos, cepillos y enjuagues bucales que, detallan en sus etiquetas, para qué condición está dirigido el producto. Advirtió que también es importante precisar los componentes, para evitar aquellos que puedan ser contraproducentes.
“Se deben evitar aquellos que contengan azúcar, ya que lo que buscamos los especialistas es prevenir la caries. No son recomendables aquellos que contengan ácidos que podrían dañar el esmalte del diente. Por esto es importante que las personas asistan al odontólogo y lean las etiquetas de los productos para poder adquirir el que se adapte a sus necesidades bucales. Asimismo, hay cremas y enjuagues bucales que tienen componentes muy fuertes, por lo que deben ser recomendados por especialistas, ya que pueden lastimar la encía y dañar el esmalte”, explicó Torrealba en entrevista exclusiva para El Diario.
Los productos para la limpieza bucal
Cepillos dentales
Hay varios tamaños, con cerdas suaves o duras y pueden ser manuales o eléctricos. De acuerdo con Torrealba, la recomendación de los expertos para la mayoría de los pacientes es que usen cepillos con cerdas suaves para no afectar la sensibilidad del diente o encía.
“La elección del cepillo depende de la condición bucal o necesidad de la personas, porque hay casos que se podría estar frente a una enfermedad periodontal, sensibilidad o uso de brackets (…) En las enfermedades periodontales está la gingivitis que luego se puede transformar en una periodontitis y para ambas fases de la afección, el cepillo debe ser más suave para poder deslizar entre la encía y el diente”, explicó.

Por otro lado, la experta destacó el uso de los cepillos electrónicos con el objetivo de tener una mejor movilidad, ya que con este equipo se puede alcanzar rincones que con un cepillo manual no.
En relación a la textura de las cerdas, Torrealba mencionó que las duras están más dirigidas a aquellas personas que buscan eliminar sarro y las pequeñas para alcanzar ciertos surcos o partes del diente interproximal (el espacio entre un diente y otro) para conseguir una mejor limpieza.
“Es recomendable cambiar los cepillos dentales cada tres meses dependiendo de las cerdas que tenga, porque si tiene cerdas muy suaves se desgasta más rápido (…) pero lo recomendado es cada tres meses”, recalcó.
En el caso de las personas que tienen brackets, deben usar cepillos conocidos como interproximales que permiten la limpieza correcta de la acumulación de comida dentro de estos alambres que se colocan para corregir la dentadura y que suele ser más difícil de extraer con otros tipos de cepillos.
Hilo o seda dental
El hilo dental es un producto que debe utilizarse después de una buena técnica de cepillado para terminar de retirar restos de alimentos que se quedan incrustados en los espacios de los dientes.
“Hay distintos en el mercado, unos tienen fluor, otros son antibacterianos, y su uso depende de la condición de la persona. Es recomendable usar hilo dental después de los cepillados dentales”, insistió.

Estos son algunos de los tipos de hilos o sedas dentales que hay:
-Hilo dental monofilamento (PTFE): es fino y resistente por lo que se puede utilizar para la limpieza de los espacios interdentales más pequeños.
-Hilo dental multifilamento: es de nailon y puede encerado o sin cera. Está compuesto por varios filamentos unidos y en ocasiones se puede deshilachar, sobre todo cuando el espacio entre los dientes es muy pequeño, por lo que puede ser difícil introducirlo en los espacios.
-Cinta dental: es más suave que el hilo y es de forma aplanada, lo que le permite introducirse con mayor facilidad entre los dientes para una correcta limpieza.
Enjuague bucal
La técnico en odontología mencionó que al igual que la crema e hilo dental, en los enjuagues también se deben evaluar ciertas características para poder adquirir aquellos que beneficien la salud bucal, según la condición del paciente.
En ese caso, mencionó que hay en el mercado algunos enjuagues que están creados para reducir el sarro en los dientes, mientras que ayudan a las personas que tienen sensibilidad en las encías.

“Hay enjuagues que son antibacterianos, dirigidos a personas que buscan prevenir las gingivitis o caries (…) Todos los enjuagues deben estar recomendados por odontólogos para determinar el indicado según la necesidad del paciente, pues algunos poseen componentes que podrían llegar a irritar”, dijo.
Destacó que a diferencia del cepillado e hilo dental, que deben realizarse tres veces al día después de cada comida, el uso del enjuague debe ser solo de una vez al día debido a sus componentes más abrasivos.
El flúor para la salud bucal
Torrealba precisó que uno de los factores más importantes en un producto para la higiene bucal es el flúor, un componente que, a juicio de la especialista, debe estar presente tanto en las cremas, como en las sedas o hilos y enjuagues bucales.
Asimismo, aclaró que la cantidad recomendada de este elemento químico varía dependiendo de la edad que tenga la persona.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, el flúor es también conocido como fluoruro y forma parte natural del suelo, agua y aire. Expertos en odontología han comprobado que su uso previene las caries dentales y fortalece el esmalte de los dientes.
Su uso no es recomendado en menores de 2 años de edad, a menos que sea determinado por un dentista, mientras que para mayores de 6 años de edad lo aconsejan en el uso de cremas y demás productos dentales que contengan más de 1450 partes por millón (ppm) de flúor.
Cómo una mala salud bucal afecta al resto del organismo
La Clínica Mayo explica en una publicación en su página web que la boca tiene varios gérmenes, y aunque la mayoría son inofensivos, otros pueden derivar a enfermedades debido a que esta cavidad es el principio de lo que se conoce como tracto digestivo, pero también se conecta con los órganos que permiten la respiración.
En ese sentido, un buen cuidado bucal podría controlar los gérmenes acumulados en esta cavidad para así evitar infecciones que van desde endocarditis, que afecta el revestimiento interno de las válvulas o cavidades cardíacas; hasta neumonía o complicaciones durante el embarazo.

Además, enfermedades como la diabetes, el virus de insuficiencia humana (VIH) o sida podrían disminuir la capacidad del cuerpo de combatir infecciones, lo que se traduciría en una posibilidad de que empeoren los problemas de salud bucal.
En ese sentido, la Clínica Mayo recomienda consultas anuales con el odontólogo, así como la realización de limpiezas, de acuerdo con las instrucciones de los especialistas.También resalta la importancia de informar a los médicos de esta área sobre los medicamentos que se puedan estar ingiriendo, con el objetivo de que pueda determinar el mejor tratamiento o productos adecuados.
La salud bucal va más allá de la apariencia estética de la sonrisa. Una buena limpieza puede contribuir a mejorar o prevenir enfermedades que con el tiempo se pueden trasladar a otros órganos, impactando la salud general de las personas.
La entrada ¿Cómo elegir los productos y cepillos adecuados para una correcta salud bucal? se publicó primero en El Diario.