La tecnología está evolucionando a una velocidad sin precedentes, con las diferentes plataformas que compiten entre ellas lanzando herramientas nuevas y más avanzadas.
Los expertos afirman que la tecnología está aquí para quedarse, así que se le preguntó a cada uno de ellos cómo sacar el mejor provecho de esta.
La científica de la informática canadiense Sasha Luccioni es la jefa en asuntos filantrópicos climáticos de Hugging Face, una empresa emergente global que trabaja con modelos de IA de código abierto que busca «democratizar el buen aprendizaje automático».
«Veo la IA como un amplificador -tanto de lo bueno como de lo malo de la humanidad- pero necesitamos asegurarnos de que mantendremos el control», comentó.
Aquí hay cuatro interrogantes que ella sugiere que deberías considerar antes de usar IA.
¿Cuál es la mejor herramienta de IA para tus necesidades?
Todos los sistemas son capaces de hacer cosas muy diferentes, señala Luccioni.
«Algunas veces optamos por las herramientas más populares de IA porque las conocemos y pueden hacer muchas cosas, pero frecuentemente también hay unas que tienen el propósito de hacer tareas específicas, como contestar preguntas científicas, que podrían hacer un mejor trabajo».
Todo el tiempo se están lanzando más aplicaciones, individualizadas para una variedad de necesidades, grandes y pequeñas.
Una app le permite a los usuarios tomar simplemente una foto de un problema de matemáticas y lo resuelve. Otra app, más específica, ofrece analizar tu pan de masa madre para mejorar la receta, mientras que otra genera oraciones personalizadas basadas en una gama de textos sagrados.
De acuerdo con el informe 2025 AI Index Report de la Universidad de Stanford, las instituciones basadas en EE.UU. produjeron 40 modelos de IA destacados el año pasado, comparados con los 15 de China y tres de Europa.
Entérate de lo que está en oferta en ese ámbito y haz tu selección según tus necesidades.
¿Se puede confiar en las respuestas de la IA?
La IA podría darte una respuesta, pero no es necesariamente acertada o verdadera, dice Luccioni.
«Los modelos de IA pueden inventarse cosas que no existen, tan sólo porque suenan verosímiles. Eso puede generar muchos problemas cuando las usas para el trabajo o la escuela», señala.
Para evitar eso, ella recomienda revisar siempre los resultados de los sistemas de IA.
«Relee en detalle y piensa críticamente sobre lo que están diciendo y si tiene sentido. La IA puede sonar segura de sí misma y todavía estar errada».
¿Qué información estoy compartiendo?
Los usuarios deberían pensar en la información que están introduciendo en un modelo de IA, tanto como la información que sale de esta, indica la experta.
Los sistemas de IA funcionan en torno a la recopilación de enormes cantidades de datos y los usan para entrenar el modelo. Esto significa que la información que metes, ya sea una foto o texto, pude ser almacenada, analizada y usada por el sistema para influir las respuestas futuras.
Cada plataforma tiene su propia política de privacidad, así que cerciórate de sus condiciones antes de usarla.
«Si son datos personales o sensibles o simplemente embarazosos, no los introduzcas en el modelo de IA porque podrían terminar en internet», añade Luccioni.
Ella señala la app de IA de Meta, donde algunos usuarios no sabían que sus consultas estaban siendo publicadas en un sistema de alimentación de datos público de «Discover».
La BBC encontró ejemplos de personas cargando fotos de preguntas de exámenes de la escuela o la universidad, solicitando imágenes sexuales y pidiendo consejos sobre su identidad de género.
En 2023, Italia se convirtió en el primer país de Occidente en bloquear el chatbot avanzado de ChatGPT debido a temas de privacidad y cumplimiento con el Reglamento General de Protección de Datos.
Corea del Sur, Australia y EEUU también han manifestado preocupación sobre cómo DeepSeek, el chatbot chino, almacena y procesa los datos de los usuarios.
¿Realmente necesito IA?
Utiliza la IA como una herramienta, no como un sustituto de tu cerebro, aconseja Luccioni.
Considera si esta es una tarea que podrías hacer independientemente, o usando otras herramientas idóneas, como una calculadora para problemas matemáticos complejos.
También recomienda usar a las personas en nuestro alrededor para ayudarnos con asuntos éticos y personales.
«La IA no puede tomar decisiones basadas en los valores humanos como qué es el bien, qué es el mal, qué es ético en una situación en particular, y no deberíamos dejarla tomar ese tipo de decisiones», advierte.
La IA también usa mucha más energía y recursos que los motores de búsqueda tradicionales. Los centros de datos donde están los servidores informáticos usados por la IA requieren de grandes volúmenes de agua para enfriarlos, lo que podría empeorar los problemas de suministro de agua alrededor del mundo.
«Las herramientas de IA definitivamente van a existir por un buen tiempo, especialmente porque estamos cada vez más presentes y activos en internet y las redes sociales», dice Luccioni.
«Pero eso no significa que debemos usar la IA para todo en nuestras vidas, lo que nos haría perder precisamente lo que nos hace humanos en primer lugar: la creatividad, la conexión y la comunidad».
Con información de BBC Mundo