La autarquía pura es una ficción, pero algunos líderes políticos del siglo XXI sueñan con hacerla realidad. La autarquía es un sistema económico que pretende alcanzar la autosuficiencia económica del Estado, logrando la satisfacción de todas las necesidades internas con sus propios recursos y producción.
En realidad, la autarquía pura difícilmente se materializa; no obstante, existen casos en la historia en el que regímenes autoritarios han intentado implementarla. En la actualidad, Corea del Norte es un ejemplo relevante. En el pasado, la Unión Soviética, la Alemania nazi y la España franquista, realizaron esfuerzos importantes para alcanzar este propósito, basado en una prédica nacionalista que desembocó en el horror de la pobreza, el hambre y el atraso de sus naciones.
¿Acaso la administración Trump pretende galantear con la autarquía? Cerrarse al mundo, vivir sólo de su producción y establecer las directrices de un mundo cada vez más globalizado, resulta una ilusión de quienes creen que Estados Unidos será grande exclusivamente por los esfuerzos de sus nacionales. La realidad pesa más que las ambiciones de un líder populista.
Revisemos la realidad. Según datos consultados, Estados Unidos es el principal importador de bienes a nivel mundial. En 2022, las importaciones de bienes totalizaron 3,2 billones de dólares, siendo China, México, Canadá, Japón y Alemania, sus principales proveedores.
Estas importaciones son, básicamente, bienes de consumo, como electrodomésticos, automóviles, ropa y productos farmacéuticos, cuyos costos de producción son más bajos en los países fabricantes que en Estados Unidos, facilitando el alto consumo de bienes más económicos y accesibles. De igual manera, el sector empresarial norteamericano requiere de la importación de bienes intermedios y materia prima para sus procesos de producción. Esta situación ha generado por décadas, un déficit comercial significativo. En marzo de 2025, el déficit alcanzó 140,5 mil millones de dólares.
En relación con la fuerza laboral, la realidad es abrumadora. En junio de 2024, más de 32 millones de trabajadores eran inmigrantes, lo que representa el 19% de la fuerza laboral total de Estados Unidos. Los trabajadores inmigrantes tienen una presencia significativa en varios sectores de la economía norteamericana, como son la agricultura; la construcción; servicios en general; salud y educación; y, ciencia y tecnología.
En el ámbito del conocimiento, la tecnología y la innovación, son muchos los inmigrantes que han ganado premios Nobel representando a Estados Unidos. Albert Einstein (1921, Alemania); Enrico Fermi (1938, Italia); Hans Bethe (1967, Alemania); Luís Walter Álvarez (1968, de padres españoles); Daniel C. Tsui (1998, China), dentro de una lista mayor de científicos que han dejado la huella profunda de los inmigrantes en la ciencia estadounidense y mundial, convirtiéndose en un testimonio poderoso de la diversidad y la oportunidad que ha caracterizado a Estados Unidos a través del tiempo.
El poder y la influencia mundial de Estados Unidos, no es producto exclusivamente del esfuerzo de quienes han nacido en ese país; en todos los ámbitos de su vida como nación, aparece la presencia transformadora de millones de inmigrantes y de relaciones económicas y comerciales interdependientes que impulsan el liderazgo de ese país en el concierto mundial. En fin, Estado Unidos es un país que se levantó con puertas abiertas para que nacionales y extranjeros construyeran juntos el sueño americano.
En su discurso de toma de posesión, el presidente Trump habló de la revolución del sentido común. Podríamos entenderlo como un esfuerzo institucional para fortalecer valores que, desde el progresismo, fueron distorsionados o eliminados. Es decir, poner orden en una sociedad que camina hacia el precipicio. Eso lo entendemos y lo valoramos, pero resulta inadmisible la pretensión de despreciar todo aquello que no sea norteamericano, proyectando narrativas que denigran y atemorizan a inmigrantes que nada deben a la ley, aún conscientes de las graves consecuencias económicas, sociales y políticas que los muros originan en el equilibrio y en su indiscutible liderazgo mundial.
(*) Politólogo y Consultor de Marketing Estratégico (Venezuela)