
Las autoridades penitenciarias de la cárcel de máxima seguridad Combinado del Este, en la periferia de La Habana, lo condujeron esposado hasta el quinto piso del Hospital Nacional, y luego lo amarraron a una camilla de enfermos. Estaba seco, puro hueso y pellejo. Se dice que, cuando su esposa entró al clínico y lo vio, estalló en llanto y gritó que se iba a morir, que en realidad lo estaban matando desde hace tiempo. Luego partirían ambos, custodiados por agentes cubanos, hasta el Aeropuerto Internacional José Martí. Lázaro Yuri Valle Roca y Eralidis Frómeta, o Lily, se largaron de Cuba el 5 de junio de 2024 como beneficiarios del programa de parole humanitario que la administración de Joe Biden extendió a ciudadanos de la isla. A él le quedaban dos años para cumplir su condena, y la amenaza del Gobierno cubano fue precisa: o desapareces del país o te mueres en prisión.