Sábado, 28 de junio de 2025. Estadio Monumental Simón Bolívar, en el suroeste de Caracas.
Servando y Florentino Primera, ambos hijos del fallecido bardo que el chavismo tomó para sí como emblema, Alí Primera, y ambos también ídolos juveniles de los años 90, desfilaban sobre el terreno de juego. Eran los invitados especiales para el cierre del evento del día, la final de la llamada Liga Monumental de fútbol. Cantaron sus grandes éxitos. Animaron. Entregaron uno de los trofeos. Hicieron lo suyo ante un público que no alcanzaba a llenar las localidades del recinto.
Presentes estaban otras celebridades del mundillo de los influenciadores en la Venezuela 2.0, desde el fisicoculturista Gianpiero El cubito Fusco, hasta los humoristas Breinel Zambrano, La Titi, y Andrés Gómez, Tito 10.
Más que el resultado del partido -el triunfo y el título fueron para un equipo sugestivamente llamado La Cosa Nostra-, lo que importaba era el show. La ocasión sirvió como broche de oro para un campeonato apenas oficioso, pues no contaba con la sanción de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), por el que, desde el 15 de mayo, habían pasado antiguos astros del fútbol internacional, como los españoles Carles Puyol y José María Guti Gutiérrez, Marcelo Vieira, Marcelo, de Brasil, el neerlandés Clarence Seedorf, entre otros.
En efecto, durante poco más de un mes, el espectáculo fue monumental, aunque este adjetivo no se correspondiera con la magra asistencia que consiguió atraer.
Sin embargo, durante esas semanas, la Liga Monumental cumplió con la visión y misión que se detalla en su canal de YouTube: “Ofrecer un espectáculo de entretenimiento y buen fútbol en un escenario poco convencional, un estadio de béisbol (…) lo más llamativo de este nuevo campeonato son sus reglas atípicas, para el juego del deporte, las cuales mantienen el interés, la emoción en cada competición y el entretenimiento en el estadio”.
Juego, farándula y entretenimiento son las promesas que describen esta aventura empresarial, calcada sobre el troquel de torneos en boga por estos días como, por ejemplo, la española Kings League de Fútbol 7 del exfutbolista Gerard Piqué, que por un tiempo tuvo como mascarón de proa al popular youtuber Ibai Llanos.
Solo que la réplica criolla se apuntala sobre dos prebendas extraordinarias que el Estado venezolano le ha concedido: una, la promoción y patrocinio de empresas públicas; la otra, la asignación del Estadio Monumental como sede estable del campeonato.
Y también se distingue porque todo se desarrolla bajo el ojo de un amo singular, Vito Recchimurzo, un joven llegado desde los circuitos del póker de altas apuestas y actual propietario del Portuguesa Fútbol Club, una divisa histórica de la liga venezolana de fútbol profesional.
El granero de la fortuna
Nacido en 1994, Vito Jhonny Recchimurzo Díaz, un joven entusiasta y muy ambicioso, según lo describen fuentes consultadas para este trabajo, cobró notoriedad en el fútbol venezolano en febrero de 2024, cuando se hizo oficial su adquisición del Portuguesa F.C. En ese momento, el testigo le fue entregado por Maiker Frías, hasta entonces presidente del equipo, un empresario de nuevo cuño del sector agroindustrial a través de su compañía Alimentos Venezolanos S&M (Alivensa), y cercano al exoficial golpista de la Aviación, exgobernador del estado Portuguesa y, por mucho tiempo, exministro de Agricultura y Tierras, Wilmar Castro Soteldo.
Portuguesa F.C. fue la oncena dominante del fútbol profesional venezolano en la década de los 70, era en la que, gracias a los capitales de ricos empresarios de origen italiano que lo financiaban, pudo fichar a grandes figuras del balompié global como el brasileño Jairzinho. Su camiseta, a rayas verticales rojas y negras, recuerda desde su fundación a la del Milan AC del calcio.
Aunque esos laureles quedaron ya añejos, ello no arredró a Vito Recchimurzo a la hora de pujar por la divisa y conquistarla. No queda claro con qué fondos consiguió su propósito, ni qué monto debió comprometer en la transacción. Pero lo que quedó en evidencia desde temprano en su todavía joven gestión ha sido el fracaso de Recchimurzo al tratar de reverdecer las glorias del equipo. Entre 2024 y 2025, temporadas de sequía en las vitrinas de trofeos del Portuguesa, se difundieron diversas denuncias por parte de jugadores y técnicos, que reclamaban salarios caídos y pagos dilatados. Aunque ciertamente no se trata de una situación nueva ni en el equipo ni en la liga, la administración de Recchimurzo Díaz no ha conseguido superarla.
Su padre, Vincenzo Recchimurzo Bertocchi, cotizó hasta 2001 al Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS), como parte de la nómina de Tenería R.G. Toscana, C.A., una curtiembre en Barquisimeto, capital del centro-occidental estado Lara, vecino a Portuguesa. Pero tan solo ocho años después, en 2009, ya fundaba la empresa Max Holdings International Limited, Inc. en Islas Vírgenes Británicas, un paraíso fiscal del Caribe.
El hijo, futuro dueño del Portuguesa F.C., levantó su perfil de manera prematura, y tal vez indeseada, en 2017. Entonces, Vito Recchimurzo Díaz fue objeto de una acusación penal, junto con Sebastián Lagreca Villaverde, por estafa y asociación para delinquir. La víctima señalaba que el monto de la estafa ascendió a 500.000 dólares. En la misma acción legal, sus padres, Vincenzo Recchimurzo Bertocchi y Yulis Peregrina Díaz Pereira, representante del estado Monagas en el certamen Miss Venezuela 1989, fueron acusados por legitimación de capitales y asociación para delinquir.
En el expediente del caso, al que Armando.info tuvo acceso, los demandantes y sus abogados aseguraban que “existen múltiples víctimas del mismo grupo de la delincuencia organizada, que opera en diferentes estados, entre los que destacan Miranda, Aragua y el Distrito Capital”.
El Juzgado 10° de Control del estado Aragua terminaría por emitir órdenes de aprehensión contra los Recchimurzo y otros imputados. “El peligro de fuga por las condiciones económicas de los imputados (…) puede facilitar su evasión del proceso y la obstaculización en la búsqueda de la verdad, además que podrían influir de manera reticente y contumaz en los expertos, testigos y víctimas que por demás han sido amenazadas por éstos imputados”, se lee en el expediente.
A la larga, la causa fue desestimada en los tribunales. Aun así, siguió generando secuelas: todavía en diciembre de 2022, el acusador de Recchimurzo, Gabriel Rodríguez Dávila, denunció haber sido víctima de una agresión en ECO, un night club de la urbanización El Rosal de Caracas, del que Recchimurzo Díaz es propietario. De hecho, la golpiza se la habrían propinado a Rodríguez los guardaespaldas del propio Recchimurzo, durante ese incidente cuyas imágenes circularon por redes sociales.
Tan recordado por aquellos alborotos lo es Recchimurzo por su faceta de jugador de póker. Al menos desde 2017, Recchimurzo Díaz ha participado en torneos en los que alcanzó posiciones destacadas. Su participación en 2017 en el Sunday Million Anniversary, de PokerStars, fue muy reseñada. Ya a cargo de la presidencia de la Liga Monumental, recientemente se le vio en una partida junto al astro brasileño de fútbol, Neymar, otro insigne apostador, durante el torneo BSOP Winter Millions 2025, en São Paulo, Brasil.
‘Sportswashing’ para revivir un elefante blanco
Sin perder tiempo, Recchimurzo y su entorno montaron en 2023 la primera oficina de la recién creada Liga Monumental en la Torre Lamaletto, en El Rosal, antigua milla financiera de la capital venezolana. El edificio le resultaba familiar a Recchimurzo junior y, por lo tanto, también propicio, pues allí funcionaba la oficina administrativa del Portuguesa F.C. y, en sus bajos, se encuentra ECO, la discoteca que posee y administra.
Hoy la liga tiene la oficina principal en el piso 1 del Estadio Monumental Simón Bolívar en La Rinconada, Caracas. Fuentes internas de la liga aseguraron a Armando.info que no cualquiera goza de ese privilegio y que solo la venia del mismísimo Nicolás Maduro explica ese usufructo, prebenda para la que dos personas sirvieron de enlaces: Jorge Eliéser Márquez y Juan Gabriel Linares Montilla.
De ambos oficiales militares el principal es Márquez, general de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que, tras dejar los cuarteles, se ha vuelto un burócrata multiusos cuya estrella asciende entre la jerarquía oficialista. Se desempeña como vicepresidente sectorial de Obras Públicas y Servicios, es exministro del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión en el gabinete de Nicolás Maduro y ministro de Energía Eléctrica. Antes, presidió la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) y la Corporación Socialista de Telecomunicaciones, desde donde impuso la censura y la vigilancia electrónica. También es quien se encuentra al mando del estadio, a través de la Fundación Estadio Monumental Simón Bolívar. Ahora en 2025, a pesar de que un candidato chavista, Luis Caldera, acababa de apoderarse de la gobernación del Estado Zulia en las urnas electorales, de todas maneras Maduro nombró a Márquez padrino o protector de la región, lo que trasluce la confianza que el mandatario le concede. Como contrapartida, Márquez ha sido objeto de sanciones por parte de Estados Unidos, Suiza, la Unión Europea, Canadá y Panamá.
Linares Montilla, por su parte, fue administrador de la Unidad Especial de Seguridad y Protección a Personalidades de Estado (Uesppe), dependiente de la Guardia de Honor Presidencial, y director desde 2023 de la oficina administrativa de la misma fundación que gestiona el uso del estadio. En julio reciente recibió el grado de general de brigada.
Puestos por Maduro a cargo del estadio, los militares asumieron la misión de asegurar actividades durante todo el año. “El Estadio Monumental es directamente controlado por Maduro. Lo construyeron y tienen que darle uso. Como el béisbol [profesional, cuya temporada “de invierno” es el principal evento que por ahora se realiza regularmente en las instalaciones] solo se puede ver cuatro meses al año, tienen que darle otro uso”, explica una fuente, cuyo nombre, como el de las demás, se omite por razones de seguridad.
Tal mandato presidencial se ha transferido a Recchimurzo, quien así se convirtió además en un operador clave de la maniobra que desde hace tiempo lleva adelante el régimen de Maduro para imponer su doctrina socioeconómica y cultural, a la que el politólogo y psicólogo social Ricardo Sucre definía con sorna en una columna reciente como el “Maduro’s way of life: la rumbita, [la] playita, el trabajo, la salsita, y asumir que el crecimiento del PIB viene de esa visión”.
En esta versión de autoritarismo sabrosón, el régimen de Maduro se ha ocupado de organizar la Serie del Caribe de béisbol en 2023, de cooptar la FVF de manera definitiva, y de facilitar el take over de las franquicias del béisbol profesional, entre otras iniciativas; si falta el panem, que haya suficiente circenses. La Liga Monumental ha pasado a formar parte de esa estructura no solo de distracción, sino de sportswashing a escala local.
El término sportswashing, aunque de reciente creación -algunos sostienen que solo se convirtió en una convención a partir de los controvertidos Juegos Europeos de 2015 en Bakú, Azerbaiyán, evento que la nepodictadura postsoviética y petrolera de Ilham Alyev aprovechó como escaparate ante el mundo-, cuenta con un abolengo que se remonta al menos hasta los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, cuando Adolf Hitler quiso usar la pompa neoclásica de la justa para proyectar una imagen aséptica y triunfal de su III Reich.
La Biblioteca de las Cámara de los Lores, de Reino Unido, procura resumir el concepto advirtiendo de entrada que “carece de una definición consensuada. Se ha convertido en una forma abreviada de criticar a regímenes (generalmente) no democráticos o grandes corporaciones por invertir en atletas, clubes y eventos deportivos de renombre mundial para desvirtuar prácticas iliberales, antidemocráticas o explotadoras en sus países o empresas de origen”.
Una de las instituciones globales que estudia esta práctica es Amnistía Internacional. Y uno de sus observadores más conspicuos es Carlos De Las Heras, responsable para Europa y Oriente Medio de la organización de derechos humanos.
En comentarios para esta historia de Armando.info, De Las Heras matiza que el caso de la Liga Monumental venezolana, si bien no encaja con precisión dentro de la noción canónica del blanqueamiento deportivo, podría considerarse como “una especie de sportswashing nacional, para dar una imagen a los propios venezolanos que poco tiene que ver con la realidad: con la violación de derechos humanos al pie de la calle, con torturas, desapariciones y restricción total de la libertad de expresión. Para vender una imagen de normalidad, de actualidad”, expone.
A la luz de su experiencia en el tema, De Las Heras cree que “estaría bien o sería conveniente que figuras como Ronaldinho, Guti y Puyol utilicen los altavoces que les proporcionan estos eventos para hablar de la situación de derechos humanos en Venezuela. Lamentablemente, esto no va a suceder, porque seguramente a través de sus agentes de representación les aleccionan para no entrar en determinados casos”.
Que Recchimurzo y su emprendimiento le son al menos funcionales al sportswashing del régimen lo vienen a confirmar los patrocinios de entes estatales como la petrolera Pdvsa, la textilera y embotelladora Complejo Industrial Tiuna, la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) y el regulador de medios y telecomunicaciones Conatel.
Y que las utilidades intangibles de la competencia son más importantes que las financieras, lo ilustran las evidencias de que no se trata de un gran negocio. “Si estuvieras haciendo las cosas de manera honrada, ni siquiera habría una segunda edición de la liga, porque la lógica indica que no es rentable”, concluye una de las fuentes.
Un trabajador de la Liga Monumental aseguró a Armando.info que en la fecha final de la reciente temporada solo se ocuparon unos 10.000 de los 38.000 asientos disponibles, algo más de un cuarto del aforo del estadio de La Rinconada, a pesar del precio relativamente asequible de los boletos, de entre seis a 90 dólares.
Contratos a los que tuvo acceso Armando.info estipulan condiciones para la inscripción de los equipos en la liga, que incluyen un pago inicial de 85.000 dólares por franquicia, y pagos posteriores de 35.000 dólares para las temporadas subsiguientes. Si un equipo abandona la liga a mitad de torneo, debe pagar una multa de 35.000 dólares adicionales.
Pero ni siquiera esos aportes alcanzan a cómo el torneo cubre sus gastos exuberantes. Fuentes de la liga confiaron a Armando.info que en 2024 el astro brasilero Ronaldinho cobró a la liga 250.000 dólares por su presentación. En 2025, Marcelo y Puyol recibieron 150.000 dólares cada uno.
“Es un torneo para circo político y para que el estadio no sea un elefante blanco. Este es un plan de publicidad”, asevera una de las fuentes conocedoras de la liga, consultadas para esta historia.
Otra fuente interna considera que “la lógica del negocio es que no hay negocio. No es rentable. No hay manera de pagar 250.000 dólares a Ronaldinho y que no haya algo turbio detrás. No te sostiene la venta de entradas. No hay lógica ni bolsillo que lo aguante. (…) y este año trajiste a Marcelo, a Puyol, a Materazzi, a Guti. Creo que siempre arroja números rojos”.
Una tercera fuente apunta que “la liga es un capricho de alguien con dinero e influencias. Gente con plata a la que le gusta el fútbol. Eso siento que es la Liga Monumental. El ingreso por entradas ha estado fatal [este año]. El año pasado arrastró más gente con Ronaldinho. Puede servir para vender una imagen internacional de que el país está a la vanguardia porque hay figuras internacionales”.
Pese a los números que no cuadran, muchos jugadores de equipos de la Liga Futve, el campeonato oficial de fútbol profesional, ven en la Liga Monumental la posibilidad de ganar rápido un dinero extra. Como un tigre jugoso.
“El fútbol venezolano está plagado de impagos. El comentario general es que la Liga Monumental le mata el hambre al fútbol nacional. Los jugadores ven en esa liga una oportunidad de resuelve, de dinero fácil y rápido. Por eso, el propio Jorge Giménez [Presidente de la Federación Venezolana de Fútbol] dijo que respetaba la Liga, pero que él no estaba de acuerdo con eso”, remata una fuente.
En la edición más reciente de la Liga Monumental estuvieron en acción, por ejemplo, Jesús Blois, Luis Blanco, José Ochoa, Cristian Romero y Saimon Ramírez, todos jugadores de primera división con el Deportivo Rayo Zuliano. Santiago Rodríguez, jugador del Caracas F.C.; Anderson Contreras, de Monagas S.C.; y Néstor Canelón, de Dynamo Puerto, destacaron al mismo tiempo en la plantilla de Navegantes de Caracas.
Alexander Nieves, Yhonnier Lozada y Joel Infante, jugadores de primera división, formaron parte de la plantilla del equipo Vergatarios. José Velásquez, de Zamora F.C. y David Barreto, del Portuguesa F.C., se sumaron a la nómina de Cacique. Richard Blanco, estrella de Metropolitanos, F.C., así como Ronaldo Lucena, Roiber Carrizales y el argentino Lucas Trejo, quienes forman parte de Portuguesa, F.C., alinearon con el team La Cosa Nostra, del propio Recchimurzo.
Sea el negocio rentable o no, Vito Recchimurzo Díaz no se cohíbe con facilidad. Anuncia que pronto vendrá la expansión de la Liga Monumental al basquetbol y al béisbol.
Directorio de contratistas
Recchimurzo Díaz, por cierto, cuenta con experiencia como contratista del Estado a través de la empresa V&R Enterprises, C.A., en la que tiene a su madre por socia. La compañía, dedicada al alquiler, compra y venta de equipos electrónicos, aparece en el Registro Nacional de Contratistas (RNC) como proveedor del Ministerio del Poder Popular de Comercio Nacional, al mando de otro militar, Luis Antonio Villegas Ramírez.
No es un rasgo raro entre los dueños de franquicias en la liga. Aún más: la condición de contratista del Estado a veces luce un requisito. Una revisión a fondo de la lista de los pares de Recchimurzo así lo refleja.
Además del actual campeón, La Cosa Nostra, del mismo Vito Recchimurzo -representado en la liga por Wilmer Goffredo-, en la temporada de 2025 participaron las escuadras Los Extraterrestres, CLX, Patacones, Cacique, Navegantes de Caracas, Petroleros, Vergatarios, Vnet Jet y Vikingos.
Detrás de Los Extraterrestres se encuentra Mahmoud Handous, director de Advanta Producciones, la productora a cargo del certamen Miss Venezuela. Desde 2013, empresas de Handous han sido contratistas de varias instituciones gubernamentales, como Pdvsa, Alcaldía de Caracas, Fuerza Armada Nacional Bolivariana, CorpoMiranda, Fundación Televisora Venezolana Social (Tves), y los ministerios de Comunicación e Información y de Cultura. Los servicios prestados fueron múltiples, como el despliegue de vallas publicitarias y la organización de eventos.
Con Servicios Logísticos Caracas, C.A., entre 2019 y 2023, Handous fue contratado por el gobierno venezolano a través de Fondo Cultural del Alba, S.A., de la Fundación Museos Nacionales, del Instituto Autónomo Centro Nacional del Libro y Venezolana de Turismo (Venetur) para diversos servicios, desde la organización de eventos a la impresión de libros; de alquiler de sonido e iluminación para la vigilancia de hoteles.
CLX, otro de los equipos, es una iniciativa del controvertido influenciador de redes sociales y entrevistador, Irrael Gómez, también autor de una reciente novela, y quien se presenta a sí mismo como asesor político y gestor de crisis comunicacionales. En 2022, Gómez fue señalado por la familia de Oscar Pérez, inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), como el delator que habría facilitado la ubicación y posterior operación que terminó con las ejecuciones extrajudiciales de Pérez y de su grupo de sublevados contra el régimen de Nicolás Maduro, el 15 de enero de 2018 en El Junquito, afueras de Caracas. A la hermana de Gómez, Johanna, se le tiene por “mano derecha de Tarek William Saab”, el fiscal general chavista y exgobernador del estado Anzoátegui.
Por otro lado, al frente de Cacique se encuentra Jimmy Meayke, constructor cuyo bajo perfil contrasta con la exposición pública de su socio en ese club, Wilmer Ruperti, quien también es dueño del equipo de béisbol Tiburones de La Guaira y del Canal I de la televisión venezolana. Ruperti, un exoficial de la marina mercante, ha hecho del rescate del chavismo su consigna: ayudó a Hugo Chávez a superar con éxito el paro petrolero organizado por la oposición entre 2002 y 2003, y en 2016 pagó los servicios de los abogados que representarían en Estados Unidos a los llamados narcosobrinos de la primera dama Cilia Flores, Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, capturados en Haití por una operación encubierta de la agencia antinarcóticos estadounidense, DEA. En compensación, el naviero ha sido el beneficiario de grandes contratos oficiales, especialmente en el sector petrolero.
Pierre Perozo, a quien fuentes consultadas para este trabajo señalan como cercano a Fidel Madroñero, expresentador del programa de televisión del chavismo Zurda Konducta y accionista del equipo Deportivo Rayo Zuliano de la primera división del fútbol profesional, es un contratista de vieja data de la empresa Constructora del Alba Bolivariana, adscrita al Ministerio de Vivienda y Hábitat. A su empresa Inversiones P.I.P. 2095, C.A. le fueron asignadas obras complementarias eléctricas y las construcciones de edificios y de canchas deportivas en los estados La Guaira y Anzoátegui entre 2012 y 2017. Es él quien lleva las riendas del equipo Patacones.
A Navegantes de Caracas lo maneja Pasquale Palmisano, hijo de Giuseppe Palmisano, director de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional y presidente del Consejo Directivo del equipo Navegantes del Magallanes, B.B.C., la franquicia más popular del deporte preferido en Venezuela Su influencia llega también a otras disciplinas, como el basquetbol, en la que preside la Superliga Profesional de Baloncesto y el equipo Trotamundos de Carabobo, y el fútbol, con la presidencia del Carabobo F.C. A Palmisano a menudo se le considera como un empresario cercano al chavismo.
Petroleros es una divisa del empresario Sebastiano Angione. Una de sus cooperativas, Yogibru 8081, R.L., fue contratista del Estado venezolano: primero, en 2008, cuando suministró alimentos preparados para la Zona Educativa del estado Portuguesa; luego, en 2012, cuando fue subcontratada por la empresa bielorrusa BZS Venezuela, S.A. para la construcción de bases de pavimentos, paredes e instalaciones sanitarias de apartamentos de la gubernamental Gran Misión Vivienda Venezuela.

A Vergatarios, entre tanto, lo manejan los socios de la empresa de indumentos deportivos RS, fundada en 2003 por Salvatore Volpe y Roberto Messina y más conocida por su marca RS 21. Su empresa, Fábrica de Calzados Volme C.A., aparece inscrita en el Registro Nacional de Contratistas. Volpe ha sido el signatario de los documentos del equipo en la liga.
Vnet Jet es una iniciativa de Aurora Camero Castro, César Vásquez León y Alexander Mariño Cárdenas, los socios de Vnet, una empresa cablera y de servicios de Internet también inscrita en el RNC. La franquicia quedó campeona en la temporada anterior, cuando llevaba el nombre de Forum Jet, en alusión a la cadena de supermercados Forum. Esta cadena ocupó los espacios de las desaparecidas Tiendas CLAP, una iniciativa detrás de la que en su momento estaban Salva Foods y Salva Market, empresas del contratista número uno del gobierno de Nicolás Maduro y actual ministro de Industrias y Producción Nacional de Venezuela, Alex Saab.
La lista termina con Faez Gabriel Nadaff, dueño de Vikingos y también de la empresa Mineraven GPS, C.A., dedicada a la explotación de coltán en el estado Bolívar. Al menos desde 2018, esta compañía aparece asociada al Estado venezolano a través de una alianza estratégica.
La Liga Monumental, pues, congrega a una logia de representantes de la clase empresarial emergente con Hugo Chávez y con Nicolás Maduro, cuyos gobiernos han favorecido a algunos de ellos con cuantiosos contratos. Corresponder a esos favores luce como lo mínimo que pueden hacer.
Sábado, 28 de junio de 2025. Estadio Monumental Simón Bolívar, en el suroeste de Caracas.
Servando y Florentino Primera, ambos hijos del fallecido bardo que el chavismo tomó para sí como emblema, Alí Primera, y ambos también ídolos juveniles de los años 90, desfilaban sobre el terreno de juego. Eran los invitados especiales para el cierre del evento del día, la final de la llamada Liga Monumental de fútbol. Cantaron sus grandes éxitos. Animaron. Entregaron uno de los trofeos. Hicieron lo suyo ante un público que no alcanzaba a llenar las localidades del recinto.
Presentes estaban otras celebridades del mundillo de los influenciadores en la Venezuela 2.0, desde el fisicoculturista Gianpiero El cubito Fusco, hasta los humoristas Breinel Zambrano, La Titi, y Andrés Gómez, Tito 10.
Más que el resultado del partido -el triunfo y el título fueron para un equipo sugestivamente llamado La Cosa Nostra-, lo que importaba era el show. La ocasión sirvió como broche de oro para un campeonato apenas oficioso, pues no contaba con la sanción de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), por el que, desde el 15 de mayo, habían pasado antiguos astros del fútbol internacional, como los españoles Carles Puyol y José María Guti Gutiérrez, Marcelo Vieira, Marcelo, de Brasil, el neerlandés Clarence Seedorf, entre otros.
En efecto, durante poco más de un mes, el espectáculo fue monumental, aunque este adjetivo no se correspondiera con la magra asistencia que consiguió atraer.
Sin embargo, durante esas semanas, la Liga Monumental cumplió con la visión y misión que se detalla en su canal de YouTube: “Ofrecer un espectáculo de entretenimiento y buen fútbol en un escenario poco convencional, un estadio de béisbol (…) lo más llamativo de este nuevo campeonato son sus reglas atípicas, para el juego del deporte, las cuales mantienen el interés, la emoción en cada competición y el entretenimiento en el estadio”.
Juego, farándula y entretenimiento son las promesas que describen esta aventura empresarial, calcada sobre el troquel de torneos en boga por estos días como, por ejemplo, la española Kings League de Fútbol 7 del exfutbolista Gerard Piqué, que por un tiempo tuvo como mascarón de proa al popular youtuber Ibai Llanos.
Solo que la réplica criolla se apuntala sobre dos prebendas extraordinarias que el Estado venezolano le ha concedido: una, la promoción y patrocinio de empresas públicas; la otra, la asignación del Estadio Monumental como sede estable del campeonato.
Y también se distingue porque todo se desarrolla bajo el ojo de un amo singular, Vito Recchimurzo, un joven llegado desde los circuitos del póker de altas apuestas y actual propietario del Portuguesa Fútbol Club, una divisa histórica de la liga venezolana de fútbol profesional.
El granero de la fortuna
Nacido en 1994, Vito Jhonny Recchimurzo Díaz, un joven entusiasta y muy ambicioso, según lo describen fuentes consultadas para este trabajo, cobró notoriedad en el fútbol venezolano en febrero de 2024, cuando se hizo oficial su adquisición del Portuguesa F.C. En ese momento, el testigo le fue entregado por Maiker Frías, hasta entonces presidente del equipo, un empresario de nuevo cuño del sector agroindustrial a través de su compañía Alimentos Venezolanos S&M (Alivensa), y cercano al exoficial golpista de la Aviación, exgobernador del estado Portuguesa y, por mucho tiempo, exministro de Agricultura y Tierras, Wilmar Castro Soteldo.
Portuguesa F.C. fue la oncena dominante del fútbol profesional venezolano en la década de los 70, era en la que, gracias a los capitales de ricos empresarios de origen italiano que lo financiaban, pudo fichar a grandes figuras del balompié global como el brasileño Jairzinho. Su camiseta, a rayas verticales rojas y negras, recuerda desde su fundación a la del Milan AC del calcio.
Aunque esos laureles quedaron ya añejos, ello no arredró a Vito Recchimurzo a la hora de pujar por la divisa y conquistarla. No queda claro con qué fondos consiguió su propósito, ni qué monto debió comprometer en la transacción. Pero lo que quedó en evidencia desde temprano en su todavía joven gestión ha sido el fracaso de Recchimurzo al tratar de reverdecer las glorias del equipo. Entre 2024 y 2025, temporadas de sequía en las vitrinas de trofeos del Portuguesa, se difundieron diversas denuncias por parte de jugadores y técnicos, que reclamaban salarios caídos y pagos dilatados. Aunque ciertamente no se trata de una situación nueva ni en el equipo ni en la liga, la administración de Recchimurzo Díaz no ha conseguido superarla.
Su padre, Vincenzo Recchimurzo Bertocchi, cotizó hasta 2001 al Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS), como parte de la nómina de Tenería R.G. Toscana, C.A., una curtiembre en Barquisimeto, capital del centro-occidental estado Lara, vecino a Portuguesa. Pero tan solo ocho años después, en 2009, ya fundaba la empresa Max Holdings International Limited, Inc. en Islas Vírgenes Británicas, un paraíso fiscal del Caribe.
El hijo, futuro dueño del Portuguesa F.C., levantó su perfil de manera prematura, y tal vez indeseada, en 2017. Entonces, Vito Recchimurzo Díaz fue objeto de una acusación penal, junto con Sebastián Lagreca Villaverde, por estafa y asociación para delinquir. La víctima señalaba que el monto de la estafa ascendió a 500.000 dólares. En la misma acción legal, sus padres, Vincenzo Recchimurzo Bertocchi y Yulis Peregrina Díaz Pereira, representante del estado Monagas en el certamen Miss Venezuela 1989, fueron acusados por legitimación de capitales y asociación para delinquir.
En el expediente del caso, al que Armando.info tuvo acceso, los demandantes y sus abogados aseguraban que “existen múltiples víctimas del mismo grupo de la delincuencia organizada, que opera en diferentes estados, entre los que destacan Miranda, Aragua y el Distrito Capital”.
El Juzgado 10° de Control del estado Aragua terminaría por emitir órdenes de aprehensión contra los Recchimurzo y otros imputados. “El peligro de fuga por las condiciones económicas de los imputados (…) puede facilitar su evasión del proceso y la obstaculización en la búsqueda de la verdad, además que podrían influir de manera reticente y contumaz en los expertos, testigos y víctimas que por demás han sido amenazadas por éstos imputados”, se lee en el expediente.
A la larga, la causa fue desestimada en los tribunales. Aun así, siguió generando secuelas: todavía en diciembre de 2022, el acusador de Recchimurzo, Gabriel Rodríguez Dávila, denunció haber sido víctima de una agresión en ECO, un night club de la urbanización El Rosal de Caracas, del que Recchimurzo Díaz es propietario. De hecho, la golpiza se la habrían propinado a Rodríguez los guardaespaldas del propio Recchimurzo, durante ese incidente cuyas imágenes circularon por redes sociales.
Tan recordado por aquellos alborotos lo es Recchimurzo por su faceta de jugador de póker. Al menos desde 2017, Recchimurzo Díaz ha participado en torneos en los que alcanzó posiciones destacadas. Su participación en 2017 en el Sunday Million Anniversary, de PokerStars, fue muy reseñada. Ya a cargo de la presidencia de la Liga Monumental, recientemente se le vio en una partida junto al astro brasileño de fútbol, Neymar, otro insigne apostador, durante el torneo BSOP Winter Millions 2025, en São Paulo, Brasil.
‘Sportswashing’ para revivir un elefante blanco
Sin perder tiempo, Recchimurzo y su entorno montaron en 2023 la primera oficina de la recién creada Liga Monumental en la Torre Lamaletto, en El Rosal, antigua milla financiera de la capital venezolana. El edificio le resultaba familiar a Recchimurzo junior y, por lo tanto, también propicio, pues allí funcionaba la oficina administrativa del Portuguesa F.C. y, en sus bajos, se encuentra ECO, la discoteca que posee y administra.
Hoy la liga tiene la oficina principal en el piso 1 del Estadio Monumental Simón Bolívar en La Rinconada, Caracas. Fuentes internas de la liga aseguraron a Armando.info que no cualquiera goza de ese privilegio y que solo la venia del mismísimo Nicolás Maduro explica ese usufructo, prebenda para la que dos personas sirvieron de enlaces: Jorge Eliéser Márquez y Juan Gabriel Linares Montilla.
De ambos oficiales militares el principal es Márquez, general de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que, tras dejar los cuarteles, se ha vuelto un burócrata multiusos cuya estrella asciende entre la jerarquía oficialista. Se desempeña como vicepresidente sectorial de Obras Públicas y Servicios, es exministro del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión en el gabinete de Nicolás Maduro y ministro de Energía Eléctrica. Antes, presidió la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) y la Corporación Socialista de Telecomunicaciones, desde donde impuso la censura y la vigilancia electrónica. También es quien se encuentra al mando del estadio, a través de la Fundación Estadio Monumental Simón Bolívar. Ahora en 2025, a pesar de que un candidato chavista, Luis Caldera, acababa de apoderarse de la gobernación del Estado Zulia en las urnas electorales, de todas maneras Maduro nombró a Márquez padrino o protector de la región, lo que trasluce la confianza que el mandatario le concede. Como contrapartida, Márquez ha sido objeto de sanciones por parte de Estados Unidos, Suiza, la Unión Europea, Canadá y Panamá.
Linares Montilla, por su parte, fue administrador de la Unidad Especial de Seguridad y Protección a Personalidades de Estado (Uesppe), dependiente de la Guardia de Honor Presidencial, y director desde 2023 de la oficina administrativa de la misma fundación que gestiona el uso del estadio. En julio reciente recibió el grado de general de brigada.
Puestos por Maduro a cargo del estadio, los militares asumieron la misión de asegurar actividades durante todo el año. “El Estadio Monumental es directamente controlado por Maduro. Lo construyeron y tienen que darle uso. Como el béisbol [profesional, cuya temporada “de invierno” es el principal evento que por ahora se realiza regularmente en las instalaciones] solo se puede ver cuatro meses al año, tienen que darle otro uso”, explica una fuente, cuyo nombre, como el de las demás, se omite por razones de seguridad.
Tal mandato presidencial se ha transferido a Recchimurzo, quien así se convirtió además en un operador clave de la maniobra que desde hace tiempo lleva adelante el régimen de Maduro para imponer su doctrina socioeconómica y cultural, a la que el politólogo y psicólogo social Ricardo Sucre definía con sorna en una columna reciente como el “Maduro’s way of life: la rumbita, [la] playita, el trabajo, la salsita, y asumir que el crecimiento del PIB viene de esa visión”.
En esta versión de autoritarismo sabrosón, el régimen de Maduro se ha ocupado de organizar la Serie del Caribe de béisbol en 2023, de cooptar la FVF de manera definitiva, y de facilitar el take over de las franquicias del béisbol profesional, entre otras iniciativas; si falta el panem, que haya suficiente circenses. La Liga Monumental ha pasado a formar parte de esa estructura no solo de distracción, sino de sportswashing a escala local.
El término sportswashing, aunque de reciente creación -algunos sostienen que solo se convirtió en una convención a partir de los controvertidos Juegos Europeos de 2015 en Bakú, Azerbaiyán, evento que la nepodictadura postsoviética y petrolera de Ilham Alyev aprovechó como escaparate ante el mundo-, cuenta con un abolengo que se remonta al menos hasta los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, cuando Adolf Hitler quiso usar la pompa neoclásica de la justa para proyectar una imagen aséptica y triunfal de su III Reich.
La Biblioteca de las Cámara de los Lores, de Reino Unido, procura resumir el concepto advirtiendo de entrada que “carece de una definición consensuada. Se ha convertido en una forma abreviada de criticar a regímenes (generalmente) no democráticos o grandes corporaciones por invertir en atletas, clubes y eventos deportivos de renombre mundial para desvirtuar prácticas iliberales, antidemocráticas o explotadoras en sus países o empresas de origen”.
Una de las instituciones globales que estudia esta práctica es Amnistía Internacional. Y uno de sus observadores más conspicuos es Carlos De Las Heras, responsable para Europa y Oriente Medio de la organización de derechos humanos.
En comentarios para esta historia de Armando.info, De Las Heras matiza que el caso de la Liga Monumental venezolana, si bien no encaja con precisión dentro de la noción canónica del blanqueamiento deportivo, podría considerarse como “una especie de sportswashing nacional, para dar una imagen a los propios venezolanos que poco tiene que ver con la realidad: con la violación de derechos humanos al pie de la calle, con torturas, desapariciones y restricción total de la libertad de expresión. Para vender una imagen de normalidad, de actualidad”, expone.
A la luz de su experiencia en el tema, De Las Heras cree que “estaría bien o sería conveniente que figuras como Ronaldinho, Guti y Puyol utilicen los altavoces que les proporcionan estos eventos para hablar de la situación de derechos humanos en Venezuela. Lamentablemente, esto no va a suceder, porque seguramente a través de sus agentes de representación les aleccionan para no entrar en determinados casos”.
Que Recchimurzo y su emprendimiento le son al menos funcionales al sportswashing del régimen lo vienen a confirmar los patrocinios de entes estatales como la petrolera Pdvsa, la textilera y embotelladora Complejo Industrial Tiuna, la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) y el regulador de medios y telecomunicaciones Conatel.
Y que las utilidades intangibles de la competencia son más importantes que las financieras, lo ilustran las evidencias de que no se trata de un gran negocio. “Si estuvieras haciendo las cosas de manera honrada, ni siquiera habría una segunda edición de la liga, porque la lógica indica que no es rentable”, concluye una de las fuentes.
Un trabajador de la Liga Monumental aseguró a Armando.info que en la fecha final de la reciente temporada solo se ocuparon unos 10.000 de los 38.000 asientos disponibles, algo más de un cuarto del aforo del estadio de La Rinconada, a pesar del precio relativamente asequible de los boletos, de entre seis a 90 dólares.
Contratos a los que tuvo acceso Armando.info estipulan condiciones para la inscripción de los equipos en la liga, que incluyen un pago inicial de 85.000 dólares por franquicia, y pagos posteriores de 35.000 dólares para las temporadas subsiguientes. Si un equipo abandona la liga a mitad de torneo, debe pagar una multa de 35.000 dólares adicionales.
Pero ni siquiera esos aportes alcanzan a cómo el torneo cubre sus gastos exuberantes. Fuentes de la liga confiaron a Armando.info que en 2024 el astro brasilero Ronaldinho cobró a la liga 250.000 dólares por su presentación. En 2025, Marcelo y Puyol recibieron 150.000 dólares cada uno.
“Es un torneo para circo político y para que el estadio no sea un elefante blanco. Este es un plan de publicidad”, asevera una de las fuentes conocedoras de la liga, consultadas para esta historia.
Otra fuente interna considera que “la lógica del negocio es que no hay negocio. No es rentable. No hay manera de pagar 250.000 dólares a Ronaldinho y que no haya algo turbio detrás. No te sostiene la venta de entradas. No hay lógica ni bolsillo que lo aguante. (…) y este año trajiste a Marcelo, a Puyol, a Materazzi, a Guti. Creo que siempre arroja números rojos”.
Una tercera fuente apunta que “la liga es un capricho de alguien con dinero e influencias. Gente con plata a la que le gusta el fútbol. Eso siento que es la Liga Monumental. El ingreso por entradas ha estado fatal [este año]. El año pasado arrastró más gente con Ronaldinho. Puede servir para vender una imagen internacional de que el país está a la vanguardia porque hay figuras internacionales”.
Pese a los números que no cuadran, muchos jugadores de equipos de la Liga Futve, el campeonato oficial de fútbol profesional, ven en la Liga Monumental la posibilidad de ganar rápido un dinero extra. Como un tigre jugoso.
“El fútbol venezolano está plagado de impagos. El comentario general es que la Liga Monumental le mata el hambre al fútbol nacional. Los jugadores ven en esa liga una oportunidad de resuelve, de dinero fácil y rápido. Por eso, el propio Jorge Giménez [Presidente de la Federación Venezolana de Fútbol] dijo que respetaba la Liga, pero que él no estaba de acuerdo con eso”, remata una fuente.
En la edición más reciente de la Liga Monumental estuvieron en acción, por ejemplo, Jesús Blois, Luis Blanco, José Ochoa, Cristian Romero y Saimon Ramírez, todos jugadores de primera división con el Deportivo Rayo Zuliano. Santiago Rodríguez, jugador del Caracas F.C.; Anderson Contreras, de Monagas S.C.; y Néstor Canelón, de Dynamo Puerto, destacaron al mismo tiempo en la plantilla de Navegantes de Caracas.
Alexander Nieves, Yhonnier Lozada y Joel Infante, jugadores de primera división, formaron parte de la plantilla del equipo Vergatarios. José Velásquez, de Zamora F.C. y David Barreto, del Portuguesa F.C., se sumaron a la nómina de Cacique. Richard Blanco, estrella de Metropolitanos, F.C., así como Ronaldo Lucena, Roiber Carrizales y el argentino Lucas Trejo, quienes forman parte de Portuguesa, F.C., alinearon con el team La Cosa Nostra, del propio Recchimurzo.
Sea el negocio rentable o no, Vito Recchimurzo Díaz no se cohíbe con facilidad. Anuncia que pronto vendrá la expansión de la Liga Monumental al basquetbol y al béisbol.
Directorio de contratistas
Recchimurzo Díaz, por cierto, cuenta con experiencia como contratista del Estado a través de la empresa V&R Enterprises, C.A., en la que tiene a su madre por socia. La compañía, dedicada al alquiler, compra y venta de equipos electrónicos, aparece en el Registro Nacional de Contratistas (RNC) como proveedor del Ministerio del Poder Popular de Comercio Nacional, al mando de otro militar, Luis Antonio Villegas Ramírez.
No es un rasgo raro entre los dueños de franquicias en la liga. Aún más: la condición de contratista del Estado a veces luce un requisito. Una revisión a fondo de la lista de los pares de Recchimurzo así lo refleja.
Además del actual campeón, La Cosa Nostra, del mismo Vito Recchimurzo -representado en la liga por Wilmer Goffredo-, en la temporada de 2025 participaron las escuadras Los Extraterrestres, CLX, Patacones, Cacique, Navegantes de Caracas, Petroleros, Vergatarios, Vnet Jet y Vikingos.
Detrás de Los Extraterrestres se encuentra Mahmoud Handous, director de Advanta Producciones, la productora a cargo del certamen Miss Venezuela. Desde 2013, empresas de Handous han sido contratistas de varias instituciones gubernamentales, como Pdvsa, Alcaldía de Caracas, Fuerza Armada Nacional Bolivariana, CorpoMiranda, Fundación Televisora Venezolana Social (Tves), y los ministerios de Comunicación e Información y de Cultura. Los servicios prestados fueron múltiples, como el despliegue de vallas publicitarias y la organización de eventos.
Con Servicios Logísticos Caracas, C.A., entre 2019 y 2023, Handous fue contratado por el gobierno venezolano a través de Fondo Cultural del Alba, S.A., de la Fundación Museos Nacionales, del Instituto Autónomo Centro Nacional del Libro y Venezolana de Turismo (Venetur) para diversos servicios, desde la organización de eventos a la impresión de libros; de alquiler de sonido e iluminación para la vigilancia de hoteles.
CLX, otro de los equipos, es una iniciativa del controvertido influenciador de redes sociales y entrevistador, Irrael Gómez, también autor de una reciente novela, y quien se presenta a sí mismo como asesor político y gestor de crisis comunicacionales. En 2022, Gómez fue señalado por la familia de Oscar Pérez, inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), como el delator que habría facilitado la ubicación y posterior operación que terminó con las ejecuciones extrajudiciales de Pérez y de su grupo de sublevados contra el régimen de Nicolás Maduro, el 15 de enero de 2018 en El Junquito, afueras de Caracas. A la hermana de Gómez, Johanna, se le tiene por “mano derecha de Tarek William Saab”, el fiscal general chavista y exgobernador del estado Anzoátegui.
Por otro lado, al frente de Cacique se encuentra Jimmy Meayke, constructor cuyo bajo perfil contrasta con la exposición pública de su socio en ese club, Wilmer Ruperti, quien también es dueño del equipo de béisbol Tiburones de La Guaira y del Canal I de la televisión venezolana. Ruperti, un exoficial de la marina mercante, ha hecho del rescate del chavismo su consigna: ayudó a Hugo Chávez a superar con éxito el paro petrolero organizado por la oposición entre 2002 y 2003, y en 2016 pagó los servicios de los abogados que representarían en Estados Unidos a los llamados narcosobrinos de la primera dama Cilia Flores, Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, capturados en Haití por una operación encubierta de la agencia antinarcóticos estadounidense, DEA. En compensación, el naviero ha sido el beneficiario de grandes contratos oficiales, especialmente en el sector petrolero.
Pierre Perozo, a quien fuentes consultadas para este trabajo señalan como cercano a Fidel Madroñero, expresentador del programa de televisión del chavismo Zurda Konducta y accionista del equipo Deportivo Rayo Zuliano de la primera división del fútbol profesional, es un contratista de vieja data de la empresa Constructora del Alba Bolivariana, adscrita al Ministerio de Vivienda y Hábitat. A su empresa Inversiones P.I.P. 2095, C.A. le fueron asignadas obras complementarias eléctricas y las construcciones de edificios y de canchas deportivas en los estados La Guaira y Anzoátegui entre 2012 y 2017. Es él quien lleva las riendas del equipo Patacones.
A Navegantes de Caracas lo maneja Pasquale Palmisano, hijo de Giuseppe Palmisano, director de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional y presidente del Consejo Directivo del equipo Navegantes del Magallanes, B.B.C., la franquicia más popular del deporte preferido en Venezuela Su influencia llega también a otras disciplinas, como el basquetbol, en la que preside la Superliga Profesional de Baloncesto y el equipo Trotamundos de Carabobo, y el fútbol, con la presidencia del Carabobo F.C. A Palmisano a menudo se le considera como un empresario cercano al chavismo.
Petroleros es una divisa del empresario Sebastiano Angione. Una de sus cooperativas, Yogibru 8081, R.L., fue contratista del Estado venezolano: primero, en 2008, cuando suministró alimentos preparados para la Zona Educativa del estado Portuguesa; luego, en 2012, cuando fue subcontratada por la empresa bielorrusa BZS Venezuela, S.A. para la construcción de bases de pavimentos, paredes e instalaciones sanitarias de apartamentos de la gubernamental Gran Misión Vivienda Venezuela.

A Vergatarios, entre tanto, lo manejan los socios de la empresa de indumentos deportivos RS, fundada en 2003 por Salvatore Volpe y Roberto Messina y más conocida por su marca RS 21. Su empresa, Fábrica de Calzados Volme C.A., aparece inscrita en el Registro Nacional de Contratistas. Volpe ha sido el signatario de los documentos del equipo en la liga.
Vnet Jet es una iniciativa de Aurora Camero Castro, César Vásquez León y Alexander Mariño Cárdenas, los socios de Vnet, una empresa cablera y de servicios de Internet también inscrita en el RNC. La franquicia quedó campeona en la temporada anterior, cuando llevaba el nombre de Forum Jet, en alusión a la cadena de supermercados Forum. Esta cadena ocupó los espacios de las desaparecidas Tiendas CLAP, una iniciativa detrás de la que en su momento estaban Salva Foods y Salva Market, empresas del contratista número uno del gobierno de Nicolás Maduro y actual ministro de Industrias y Producción Nacional de Venezuela, Alex Saab.
La lista termina con Faez Gabriel Nadaff, dueño de Vikingos y también de la empresa Mineraven GPS, C.A., dedicada a la explotación de coltán en el estado Bolívar. Al menos desde 2018, esta compañía aparece asociada al Estado venezolano a través de una alianza estratégica.
La Liga Monumental, pues, congrega a una logia de representantes de la clase empresarial emergente con Hugo Chávez y con Nicolás Maduro, cuyos gobiernos han favorecido a algunos de ellos con cuantiosos contratos. Corresponder a esos favores luce como lo mínimo que pueden hacer.