Cuando al presidente Donald Trump le preguntaron si planeaba hacer un ataque dentro del territorio venezolano en su lucha contra el narcotráfico, respondió con un “ya verás”, con su enigmático gesto de cejas y boca. Las operaciones de Estados Unidos en el Caribe han generado una guerra psicológica que busca hacer creíble la amenaza contra Nicolás Maduro y ejercer presión dentro de su círculo. Después de tres ataques a embarcaciones, en los que al menos dos fueron destruidas con sus tripulantes adentros, según la versión de la Casa Blanca, y la presencia militar en aguas territoriales frente a las costas venezolanas, la tensión bilateral crece como parte de una guerra de narrativas y discursos intimidatorios de la que el chavismo ha acusado recibo.
La masacre de Río de Janeiro anticipa y cambia el eje de la campaña en la lucha por la Presidencia de Brasil
La crisis se convierte en un "salvavidas discursivo" para la derecha, que aprovecha para apelar a la seguridad de los...








