Una mañana de hace 15 años, un hombre que escondía su rostro tras un periódico se entregó a dos agentes estadounidenses en una cafetería de Ciudad de Panamá. Aquella detención tranquila —en la que incluso se intercambiaron sonrisas— remataba meses de negociaciones entre las autoridades de Estados Unidos y uno de los narcotraficantes más poderosos de Colombia. Lo acusaban de haber inundado las rutas de la droga con más de 900 toneladas de cocaína y de haber lavado miles de millones de dólares. Esa escena, narrada por el historiador colombiano Petrit Baquero, marcó el ocaso de Julio Lozano Pirateque, alias Patricia, y de la organización que lideraba. Tras ser extraditado, cumplió una pena de seis años y salió de los radares. Hasta que el presidente Gustavo Petro empezó a señalarlo públicamente como jefe de una renovada organización criminal que, según él, planea asesinarlo.
Trump augura una “relación fantástica” con China durante su esperada reunión con Xi en Corea del Sur
Entente en Busan. El presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, se han visto finalmente cara a...
 
			 
    	 
		    






