En el marco de la celebración del 80° aniversario de la victoria soviética sobre los nazis en la II Guerra Mundial, Nicolás Maduro viajó a Moscú a fin de suscribir un nuevo Acuerdo Estratégico de Cooperación, con su homólogo Putin, el mismo tendrá una duración de 10 años.
Los anuncios públicos señalan que el alcance del acuerdo incluye la materia energética, el transporte, logística, sanidad y la industria farmacéutica. Concretamente, plantea el desarrollo de una infraestructura financiera independiente de inversiones occidentales, que facilite el comercio; negocios conjuntos en petróleo, gas y minería; apertura a la mayor cantidad de rutas aéreas entre ambas naciones; también prevé la construcción de una estación terrestre en Venezuela del sistema de navegación global Glonass y ampliar la cooperación espacial entre las naciones.
En medio de este contexto el petróleo es un tema obligado, aun cuando la relación del pasado reciente ha sido tempestuosa. La empresa petrolera rusa Rosneft que operaba en Venezuela desde la época de Chávez. En el 2016 firmó un acuerdo de cooperación con la finalidad de ayudar al país a comercializar petróleo a través de las filiales, TNK y Procerium Energy, empresas que luego fueron sancionadas por el gobierno de los Estados Unidos. En 2020 la Rosneft vendió sus activos en Venezuela a otra entidad rusa, incluyendo sus inversiones conjuntas en Petromonagas, Petroperijá, Boquerón, Petromiranda y Petrovictoria. Aunque entonces no se dieron explicaciones para el abandono de sus operaciones en Venezuela, se supone que era para salirse de las contingencias de las sanciones norteamericanas. Para noviembre del 2020 Venezuela le debía 800 millones de dólares a la Federación Rusa, pero el monto podría ser mucho mayor. Hoy en día, nuevamente se habla de cooperación y asistencia técnica.
Ya Venezuela tiene un acuerdo de cooperación técnica en materia de defensa, y en efecto, ha importado a través de los años, un buen número de armas rusas. De acuerdo con el balance militar 2024 del International Institute for Strategic Studies (IISS), entre los sistemas operados figuran los tanques T-72B1 y los transportes blindados de tropas BMP-3 y BTR-80; los lanzacohetes BM-21 Grad y 9A52 Smerch; los helicópteros de ataque Mi-35M2 Hind; y los cazabombarderos Su-30MKV.
Respecto al sector farmacéutico, la empresa rusa GeoPharma ha introducido al país en el año 2022 unos 5 millones de unidades de fármacos, particularmente, insulina. El acuerdo busca asegurar los recursos para la elaboración de insulina en Venezuela, en la planta Espromed Bio, empresa socialista para la producción de medicinas biológicas fundada en el 2014. En esta misma alianza se ha registrado en el Ministerio de Sanidad la vacuna Sputnik 5 contra el coronavirus.
GLONASS es el sistema global de navegación ruso y a cargo de su Ministerio de la Defensa, por satélite y similar al GPS norteamericano. Al combinarse los dos, se logra mayor precisión en las coordenadas de localización. El acuerdo plantea la construcción de una estación terrestre de rastreo en Venezuela.
Cuando hablan de cooperar para la apertura de la mayor cantidad de rutas aéreas, se refieren, a que algunos países como Estonia, Lituania y otros bloquean el espacio aéreo a naves que vienen con dignatarios cubanos o venezolanos vía Rusia, dificultándoles el desplazamiento internacional.
Por otra parte, el volumen comercial entre ambos países es minúsculo, aumentando en un 64% en el 2024 ha alcanzado 200 millones de dólares. Rusia exporta alimentos, productos químicos y farmacéuticos y bienes de capital, mientras que Venezuela exporta alimentos y tabaco.
El presente acuerdo de cooperación nos parece tímido, particularmente, después de la retirada unilateral de la Rosneft de Venezuela en el 2020, como consecuencia de ello, nuestro país quedó endeudado, y tomando en cuenta las restricciones impuestas a Venezuela por Estados Unidos de América, el país se percibe como un terreno espinoso en el cual Rusia no tendrá muchas ganas de intervenir a favor de su menguado aliado.
Gerardo Lucas. Economista e Historiador. https: gerardolucas@wordpress.com