
Tras el ambiente de tensión que vive el país debido el atentado armado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, una voz que históricamente está marcada por los ecos del pasado violento de Colombia se pronunció. Juan Sebastián Marroquín, conocido anteriormente como Juan Pablo Escobar —hijo del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria—, habló sobre los hechos ocurridos el 7 de junio de 2025 en Bogotá, con un mensaje enfocado en la paz, la memoria y el rechazo categórico a la violencia política.
Por infobae.com
El atentado se registró en el parque El Golfito, ubicado en el barrio Modelia, al occidente de la capital, mientras el senador del Centro Democrático se dirigía a sus simpatizantes desde una estructura improvisada. Un menor de edad, según los primeros informes, desenfundó un arma tipo Glock calibre 9?mm y disparó contra Uribe Turbay, causándole heridas graves en la cabeza y la pierna izquierda.
El agresor fue reducido por el esquema de seguridad y capturado por las autoridades. Desde entonces, el senador permanece internado en la Fundación Santa Fe, donde recibe atención médica especializada y su pronóstico es reservado, aunque estable, de acuerdo con el último parte clínico emitido el 12 de junio.
Frente a este hecho, la reacción de Juan Sebastián Marroquín llamó especialmente la atención por la historia personal que lo vincula, indirectamente, con la familia del senador. En su extenso mensaje publicado en redes sociales, Marroquín no solo expresó su solidaridad con Uribe Turbay y su familia, sino que reflexionó sobre las consecuencias de repetir los ciclos de violencia que marcaron al país durante las décadas de los años ochenta y noventa, es por eso que recordó de forma directa la responsabilidad de su padre en esos hechos.
“El reciente atentado que sufrió el senador y candidato a la Presidencia de la República de Colombia, Miguel Uribe, nos recordó de inmediato el caos que mi padre logró generar en el país durante esas épocas que nadie quiere revivir, y que hoy estamos peligrosamente cerca de repetir (…)”, escribió Marroquín. En su mensaje, hizo memoria de los actos de violencia atribuidos a Pablo Escobar, señalando la magnitud de los crímenes y su impacto sobre la institucionalidad colombiana.
Uno de los fragmentos más significativos del mensaje fue cuando abordó el asesinato de Diana Turbay, madre del senador, que fue secuestrada por el cartel de Medellín y murió durante un intento de rescate en 1991.
“No se puede olvidar que secuestró a cientos de personas, entre ellas a la mamá de Miguel, Diana Turbay, reconocida periodista, quien murió asesinada el día en que se intentó su rescate por parte de la fuerza pública”, escribió.
A lo largo de su declaración, Juan Sebastián insistió en que Colombia no puede permitirse regresar al camino de la violencia política y social, y cuestionó el hecho de que como sociedad no se hayan aprendido las lecciones de esa época.
“¿Qué nos está pasando que no hemos aprendido nada como sociedad?”, preguntó. En ese mismo tono, rechazó cualquier intento de justificar la violencia como medio de lucha política, señalando que “cualquiera que necesite usar la fuerza para defender sus ideas debería revisarlas (…) y revisarse a sí mismo”.
Aunque aclaró su postura apolítica y pacifista, Marroquín expresó que ante hechos como el atentado no se puede permanecer en silencio: “Yo no esperé a que el Estado, o alguien ajeno a mí, me garantizara la paz. Yo empecé a hacerla, a buscarla, a concretarla, a no evadirla. Es mi deber, como lo es el de todos los colombianos”.
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