Señores, lo que hoy voy a decir no es una exageración, no es un rumor y mucho menos una ficción de Hollywood. Esto es real, está ocurriendo y marcará un antes y un después en la historia reciente de nuestra región: ha comenzado la cacería contra el Cartel de los Soles.
El Pentágono difundió un video oficial anunciando que las Fuerzas Militares de Estados Unidos ya están desplegadas en varios países de América Latina para ejecutar una operación sin precedentes: la captura de los grandes capos del narcotráfico que durante años han envenenado a nuestras naciones y corrompido gobiernos enteros.
Fuentes internacionales y las agencias de noticias más importantes han confirmado que tropas estadounidenses se encuentran en el Mar Caribe, listas para actuar contra narcotraficantes de Venezuela, Colombia, Ecuador y México. Pero no se trata de una operación cualquiera: es el inicio de un cerco militar y estratégico para asfixiar a las redes criminales que, en el caso de Venezuela, operan bajo la sombra protectora de la dictadura de Nicolás Maduro y su círculo más cercano.
El nerviosismo en Miraflores
La información que llega desde dentro de Venezuela es clara y contundente. Un patriota cooperante, militar activo en Fuerte Tiuna, me escribió para describir el ambiente en el Palacio de Miraflores: “Hay mucho nerviosismo. Saben que ya están ubicados, que las esposas, las celdas y las bragas naranjas en Estados Unidos están listas para ellos”.
Este contacto interno también me reveló un dato clave: los estrategas militares norteamericanos están evaluando un movimiento inspirado en la operación que, en 2008, ejecutó el entonces presidente colombiano Álvaro Uribe contra el comandante guerrillero Raúl Reyes. En aquella ocasión, seis helicópteros y un grupo élite de 60 hombres bombardearon un campamento en Ecuador, eliminando al cabecilla de las FARC y recuperando información vital.
Hoy, el mismo concepto podría aplicarse para neutralizar a los líderes del Cartel de los Soles, al ELN, a las disidencias de las FARC y a carteles mexicanos como Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. La diferencia es que ahora el tablero es regional, la logística es más sofisticada y la determinación parece no tener marcha atrás.
El tic tac que retumba en la dictadura
Maduro y Diosdado lo saben. Por eso el miedo, por eso los comunicados apresurados, por eso el desfile de gestos políticos buscando aparentar control. Pero el reloj avanza, y cada segundo que pasa acerca más el momento en que la impunidad deje de ser su escudo.
La cuenta regresiva ya está en marcha: tic, TAC, tic, TAC.
Y esta vez, no es la resistencia sola, no es un pueblo desarmado gritando en las calles: es el peso de la mayor potencia militar del planeta, con satélites, drones y fuerzas especiales, apuntando directamente al corazón del narcoestado.
Un mensaje claro
A los que dudan, a los que creen que nada va a cambiar, les digo: la historia se está moviendo. Esta operación no solo apunta a derribar a un cartel, sino a quebrar la columna vertebral de una dictadura que ha destruido a Venezuela.
Y a Maduro y Cabello, les repito lo que dije en mi pronunciamiento: dejen los nervios, que lo que viene no lo van a poder detener. Compren cotufas y pónganse las alpargatas… porque lo que viene es joropo.