
Desde hace más de una semana, el paro de mineros informales ha provocado el cierre parcial de rutas clave en el sur del Perú. Tacna, ubicada en la frontera con Chile, se ha convertido en un punto de tránsito bloqueado para decenas de viajeros que intentaban seguir su camino hacia Lima o el norte del país. Entre ellos, una familia venezolana que cruzó desde Arica con la esperanza de regresar a su país de origen por vía terrestre, quedó varada sin información clara ni opciones de transporte.
Por Infobae
El testimonio recogido por Latina Noticias en el Terminal Terrestre Manuel A. Odría evidencia el impacto humano de la crisis: esta familia no sabía de la situación cuando abordó el bus hacia el Perú. Al llegar, se encontraron con agencias cerradas, rutas suspendidas y una ciudad colapsada por el flujo de turistas atrapados. Aunque algunos optan por rutas alternas como Juliaca o Cusco, las interrupciones en la carretera Interoceánica también limitan esa salida.
No se venden pasajes a Lima desde hace seis días
Según reportó Latina, en el terminal terrestre de Tacna no se ofrecen boletos con destino a la capital peruana desde hace seis días consecutivos. Algunas agencias que solían operar esa ruta han cerrado temporalmente, mientras otras solo expenden pasajes hasta Arequipa, que también enfrenta cortes en la carretera por las protestas de los mineros. La situación ha dejado atrapados a peruanos que regresaban de vacaciones y a extranjeros que ingresaron al país sin conocer el conflicto.
Una de las afectadas es una madre venezolana que viaja con su familia rumbo a su país. “Tuvimos que quedarnos en un hotel y esperar, porque no sabíamos lo que estaba pasando”, comentó al medio. Explicó que no tenían previsto hacer una parada larga en Tacna, pero al no poder continuar, se vieron obligados a buscar alojamiento. La falta de información sobre el estado de las rutas ha generado angustia y sobrecostos entre los viajeros.
Alternativas limitadas y mayor gasto para continuar el viaje
Algunos ciudadanos, ante la imposibilidad de dirigirse directamente a Lima, intentaron buscar rutas alternativas a través de Juliaca y Cusco. Sin embargo, medios locales informaron que tramos de la carretera Interoceánica también estarían bloqueados, lo que convierte esa opción en una apuesta arriesgada. A esto se suma el incremento en los costos de traslado, alimentación y hospedaje, que supera con creces el presupuesto original de quienes planeaban solo cruzar el país.
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