Por Gustavo Lainette — Activista político y social, fundador de la ONG Resistencia Venezolana El barco de Maduro y Diosdado se está hundiendo. Y como en todo naufragio, las primeras en saltar no son las víctimas, sino las ratas. Sí, las mismas que durante años han sido cómplices, alcahuetes y protectores de la dictadura. Hoy corren desesperadas, no para salvar a Venezuela, sino para salvarse a sí mismas. En este momento histórico, cuando la presión internacional arrecia y el régimen ya no puede ocultar su carácter de cartel de narcotráfico disfrazado de gobierno, aparecen los supuestos “mediadores”. Personajes que, con toda la desfachatez del mundo, se presentan como negociadores ante Estados Unidos, intentando lavarse la cara y venderse como “hombres de transición”. ⸻ La fauna de la traición Jorge Rodríguez, el psiquiatra loco. El hombre que debería estar en un diván, no en una mesa de negociación. Ha llamado incontables veces a Richard Grenell, exembajador de EE. UU., para ofrecerse como “presidente de transición”. ¿Se imaginan a Venezuela entregada al verdugo psiquiatra? Una plasta de estiércol disfrazada de estadista. Henrique Capriles Radonski, el eterno Judas. El mismo que en 2013 entregó las elecciones presidenciales en bandeja de plata. El traidor que avaló cada fraude de Maduro con su silencio. Hoy pretende reposicionarse como un interlocutor válido, cuando su nombre está marcado con la traición y la cobardía. Alberto Vollmer, el empresario del ron. Dueño de Ron Santa Teresa y experto en relaciones públicas. Hace poco viajó a Washington para “pedir cacao” en nombre del régimen. Aquí debe comenzar otra campaña: ningún venezolano en el exilio debería volver a comprar Ron Santa Teresa. Porque brindar con esa marca es brindar con la complicidad de la dictadura. Gerardo Blyde, el operador de los enchufes. Exalcalde de Baruta, socio de Raúl Gorrín y José Simón Elarba, el magnate de Fospuca y Fuerza Vecinal. Es el hombre que mueve hilos en las alcaldías de Chacao y Baruta, siempre de la mano de los hermanos Rodríguez. Blyde no negocia por Venezuela: negocia por sus socios. José Luis Rodríguez Zapatero, el embajador de la impunidad. Expresidente español que encontró en Maduro su mina de oro —literalmente— en el estado Bolívar. Zapatero no es mediador: es un mercenario internacional que ha hecho fortuna con la tragedia de nuestro país. ⸻ Lo que está en juego Que nadie se confunda: estos “negociadores” no representan al pueblo. Representan sus bolsillos. No buscan la libertad de Venezuela, buscan blindar sus fortunas. La historia de este país no puede escribirse con traidores reciclados ni con cómplices internacionales disfrazados de salvadores. La narrativa de la “transición negociada” es el último recurso de un régimen en descomposición. Y quienes se prestan a ese juego son operadores de un sistema que debe caer, no maquillarse. ⸻ Conclusión Desde la Resistencia Venezolana dejamos claro que nuestra lucha no es contra la memoria, sino contra el olvido. Cada nombre, cada traidor, cada operador será señalado, denunciado y registrado. El barco se hunde, sí. Pero no serán las ratas quienes construyan la nueva Venezuela. Será un pueblo digno, organizado y libre, que no olvida quién lo traicionó. La cacería continúa. Y como he dicho siempre: “Reafirmamos nuestro compromiso con la libertad de Venezuela, cueste lo que nos cueste.”
El decreto de la desesperación
Por Gustavo Lainette – Activista político-social, fundador de la ONG Resistencia Venezolana Nicolás Maduro acaba de firmar un Decreto de...