
Elias Rodriguez fue acusado este jueves de dos cargos de asesinato en primer grado por el homicidio de Yaron Lischinsky y Sarah Lynn Milgrim, empleados de la embajada de Israel en Estados Unidos. El ataque, ocurrido frente al Museo Judío de la Capital, ha generado conmoción internacional y es investigado como un crimen de odio y un acto de terrorismo, según confirmaron las autoridades federales en Washington D.C.
Por Infobae
El incidente comenzó el martes, cuando Rodriguez, residente de Chicago, viajó en avión a Washington con un arma de fuego que había adquirido legalmente en Illinois en 2020. Según el expediente judicial, transportó la pistola semiautomática de 9 mm en su equipaje documentado. Su viaje, en principio, tenía como objetivo asistir a una conferencia de trabajo.
La noche del miércoles, el Comité Judío Americano organizó un evento llamado Young Diplomats Reception (Recepción de jóvenes diplomáticos), orientado a conectar jóvenes profesionales judíos con miembros del cuerpo diplomático acreditado en la capital estadounidense. El evento se extendió hasta las 9:00 p.m., hora local.
Minutos después de finalizado el acto, a las 9:08 p.m., la policía metropolitana de Washington recibió llamadas reportando disparos frente al museo, ubicado a tan solo 1.6 kilómetros de la Casa Blanca. Los agentes llegaron y encontraron gravemente heridos a Lischinsky y Milgrim.
Imágenes de cámaras de seguridad revelaron que un hombre, vestido con prendas similares a las que llevaba Rodriguez, se acercó caminando a las víctimas, que estaban paradas en la acera preparándose para cruzar la calle. El sospechoso pasó junto a ellos, se detuvo, se giró y abrió fuego por la espalda. La denuncia penal indica que “una vez que los cuerpos cayeron al suelo, Rodriguez se acercó, se inclinó sobre ellos y disparó varias veces más”.
Según el análisis forense, se efectuaron 21 disparos. Rodriguez recargó el arma antes de disparar nuevamente. Luego fue captado corriendo hacia la entrada del museo.
Un testigo indicó a la policía que vio a Rodriguez arrojar un objeto. Los agentes recuperaron un arma de fuego del lugar. Al ser detenido, el acusado declaró: “Lo hice por Palestina, lo hice por Gaza. Estoy desarmado”. Mientras era trasladado por la policía, gritó “¡Palestina libre!”, según consta en la denuncia penal.
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