Buenas palabras pero ningún resultado tangible. La anticipadísima cumbre de Anchorage entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladímir Putin, lanzada con toda pompa, circunstancia y alfombra roja para recibir al ruso, concluyó tras dos horas y media casi en sordina: sin un acuerdo sobre Ucrania. Tampoco sin el compromiso en firme de una trilateral que incluya el líder ucranio, Volodímir Zelenski, y mucho menos un alto el fuego. Pero los dos líderes han expresado su interés en volver a verse “pronto” y han calificado los contactos de “productivos”. Y Trump ha declarado que aunque ahora no se haya logrado “lo más importante”, cree que se puede acabar consiguiendo. Su interlocutor ruso ha dejado claro que no cede en sus posiciones.
En una cumbre de alto riesgo, Trump parece haber cedido, no Putin
Trump se reunió con Putin en Alaska buscando avances sobre Ucrania, pero el líder ruso no cedió nada y se...