El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) extender sus operativos en Los Ángeles, Chicago y Nueva York para ejecutar nuevas deportaciones.
“Que hagan todo lo que esté a su alcance para lograr el objetivo muy importante de implementar el programa de deportación masiva más grande de la historia. Deben ampliar los esfuerzos para detener y deportar a los inmigrantes ilegales en las ciudades más grandes de Estados Unidos, como Los Ángeles, Chicago y Nueva York, donde residen millones y millones de inmigrantes ilegales”, escribió el mandatario estadounidense en una publicación en Truth Social el 15 de junio.
Esta decisión se da luego de que en Los Ángeles (California) se desencadenó una ola de protestas, que se extendió a otros estados de EE UU, en rechazo a las redadas del ICE para deportar a los migrantes.
Asimismo, esta decisión de Trump también respalda la declaración de Stephen Miller, subjefe de Gabinete de la Casa Blanca, quien en mayo mencionó que ICE apuntará a la detención de al menos 3.000 personas por día, frente a los 650 diarios que ocurrieron en los primeros cinco meses del segundo mandato de Trump.
Control en las ciudades controladas por dirigente demócratas
Trump hizo un llamado a reforzar la ley en ciudades que están controladas por gobiernos demócratas, donde, a su juicio, están “plagadas de delincuencia”.
“Estas y otras ciudades similares son el núcleo del poder demócrata, donde utilizan a inmigrantes indocumentados para ampliar su base electoral, hacer trampa en las elecciones y expandir el (modelo) Estado de Bienestar, robando empleos bien remunerados y beneficiosos a los ciudadanos estadounidenses””, refiere Trump en la publicación.
En ese sentido, Trump expresó su apoyo a las agencias federales, como el FBI y las DEA, y al Departamento de Estado para que se ejecuten los “esfuerzos” que “reviertan la ola de migración” en ese país.
Pausa en los arrestos en granjas y hostelería
El 13 de junio, el diario estadounidense The New York Times informó que el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump decidió pausar su campaña de redadas a discreción contra migrantes en determinados ámbitos ante su aparente preocupación por la creciente impopularidad de estos métodos.
Según un correo electrónico al que ha tenido acceso el rotativo y la confirmación de funcionarios estadounidenses, el Ejecutivo ordenó al ICE que detenga los arrestos que afectan a la industria agrícola y a la hostelería.
La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, confirmó en un comunicado que se obedecerán las instrucciones del presidente y que la cartera seguirá trabajando para sacar de las calles de Estados Unidos a los “peores delincuentes extranjeros ilegales”.
La decisión apunta a que esta campaña de arrestos a discreción para tratar de deportar a migrantes a gran escala perjudica a industrias y a circunscripciones electorales cuyo apoyo a Trump quiere conservar de cara a las legislativas del año próximo.
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