
Mientras espera a que EE.UU. materialice la decisión del presidente Donald Trump de enviar más armamento defensivo a Ucrania, Kiev busca con sus socios europeos nuevos acuerdos de financiación con una prioridad clara: expandir la producción de los drones de fabricación propia con los que ya derriba cada noche una parte importante de los Shahed rusos.
“Tienen planeado lanzar mil drones, entre 700 y 1.000 a diario”, dijo el jueves Zelenski en una rueda de prensa celebrada al término de la primera jornada de trabajo de la IV Conferencia Internacional sobre la Reconstrucción de Ucrania que se clausura hoy en Roma.
“Si nuestros socios han escuchado todo lo que he hablado con ellos, los interceptaremos todos”, añadió en referencia a las conversaciones que mantuvo con sus aliados europeos en la capital italiana para buscar nuevas inversiones que le permitan responder cuanto antes a la amenaza que representa el volumen cada vez mayor de drones de ataque que lanza Rusia.
La horquilla de 700-1.000 drones que Rusia estaría preparando para lanzar cada noche no es un número abstracto o una de las muchas especulaciones que han hecho públicas los servicios de inteligencia ucranianos y occidentales desde el comienzo de la guerra.
Récord de drones en la guerra
Rusia ya atacó durante la noche del martes al miércoles de esta semana territorio ucraniano con más de 700 drones, entre vehículos no tripulados kamikaze y réplicas de éstos que las fuerzas rusas utilizan para confundir al enemigo, una cantidad sin precedentes que establece un nuevo récord absoluto en la guerra.
Aunque la gran mayoría de drones siguen siendo neutralizados por las defensas antiaéreas, el porcentaje de interceptación ha caído en los últimos meses, y decenas de Shahed impactan en objetivos en muchos de los últimos ataques.
Pese a que Rusia lanzó la pasada noche un número relativamente bajo de drones (79), la Fuerza Aérea ucraniana registró 19 impactos en ocho localizaciones distintas.
Las autoridades ucranianas no informan de las infraestructuras militares o asociadas a la industria de defensa que son alcanzadas por los drones o los misiles rusos, pero muchos de los impactos directos destruyen fábricas, almacenes u otras instalaciones que contribuyen al esfuerzo de guerra ucraniano, según revelan fuentes no oficiales tras algunos de estos ataques.
“Ucrania necesita protección, sobre todo, defensa aérea. Drones interceptores”, escribió Zelenski este viernes al condenar el último ataque ruso y sus efectos sobre zonas civiles en ciudades como Járkov u Odesa.
“Hablamos de esto con todos nuestros socios. Hemos recibido señales positivas y es crucial que estas señales se conviertan en inversiones reales en esta tecnología”, remachó el presidente ucraniano haciendo alusión a los contactos que mantuvo en la conferencia de Roma.
Dinero a cambio de experiencia
Uno de los mensajes más repetidos por Zelenski ante sus socios es que los países que le ayuden con dinero a mejorar su tecnología y expandir la producción podrán beneficiarse de la creatividad y la experiencia ucranianas e incorporar a sus arsenales las armas más efectivas que salgan de las fábricas ucranianas.
En la capital italiana, Zelenski también anunció que Alemania pagará dos de los diez sistemas antiaéreos Patriot para derribar misiles rusos que Ucrania ha pedido comprarle a EE.UU.
Noruega cubrirá el coste de un tercer sistema y Kiev espera encontrar nuevos pagadores europeos para adquirir el resto.
La Administración Trump no se ha sumado de momento al modelo de sinergia que abrazan los europeos de pagar con inversiones por acceso directo a la experiencia en guerra real de los ucranianos.
Este mismo miércoles, el secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, ha anunciado que eliminará trabas burocráticas para que su país deje atrás cuanto antes a Rusia y a China en la carrera por la supremacía en materia de drones.
Zelenski tratará de convencer a Washington de que la experiencia ucraniana es un factor indispensable para conseguir este objetivo.
«Las armas estadounidenses son las más avanzadas del mundo, eso es un hecho. Pero el avance podría ser aún mayor y, juntos, podemos dejar atrás a todos los competidores en la carrera tecnológica. Porque ninguna guerra en la Tierra impulsa hoy el progreso tecnológico como ésta», resumió su jefe de gabinete, Andrí Yermak. EFE